La manzana Starking es una variedad muy conocida y apreciada por su sabor, textura y aspecto. Su origen se sitúa en Nueva Zelanda, donde fue desarrollada por el horticultor J. H. Kidd en la década de 1920. Desde entonces, se ha propagado por todo el mundo y ha conquistado los paladares de millones de personas.
Esta manzana se caracteriza por tener una piel de color rojo intenso brillante, a veces con una ligera tonalidad verdosa. Su carne es jugosa y dulce, con un equilibrio perfecto de acidez y aroma. Además, es rica en vitaminas y minerales, convirtiéndola en una opción saludable para incluir en nuestra dieta diaria.
Es una manzana que se puede consumir tanto cruda como cocida. Hay múltiples maneras de disfrutarla: en ensaladas, jugos, dulces, pasteles y tartas. También se adapta perfectamente a platos salados, como acompañamiento de carnes o como ingrediente de salsas y aderezos.
Una de las ventajas de la manzana Starking es su duración. Puede ser conservada durante varias semanas en un lugar fresco y seco, sin perder su sabor ni su textura. Sin embargo, es importante recordar que después de cortarla, se debe consumir lo más pronto posible para evitar su oxidación y la pérdida de sus propiedades nutritivas.
En definitiva, la manzana Starking es una opción deliciosa y saludable para incluir en nuestra alimentación. Su sabor, textura, color y versatilidad la convierten en una de las manzanas más populares a nivel mundial. Así que, la próxima vez que vayas al mercado, no dudes en elegir una Starking y disfrutar de su sabor único.