La albahaca es una hierba aromática popular en la cocina mediterránea y asiática. Si eres un amante de la albahaca fresca, es importante saber cómo almacenarla adecuadamente para conservarla durante más tiempo. A continuación, te compartimos algunos consejos útiles para preservar la albahaca fresca:
Lava bien la albahaca antes de usarla o almacenarla. Luego, sécala cuidadosamente con una toalla de papel o un paño de cocina limpio.
Recorta los tallos de la albahaca y coloca las hojas en un recipiente con agua. Si deseas conservarlo por más tiempo, cubre las hojas con una bolsa de plástico y guárdalo en el refrigerador.
En lugar de colocar la albahaca en agua, puedes envolverla en papel húmedo y luego guardarla en una bolsa de plástico en el refrigerador.
Evita almacenar la albahaca con otras frutas y verduras, ya que esto puede acelerar su deterioro y disminuir su vida útil.
No laves la albahaca antes de guardarla en el refrigerador, ya que la humedad puede acelerar su deterioro. Lava las hojas solo cuando esté listo para usarlas.
Si deseas congelar la albahaca, puedes picarla finamente y colocarla en bandejas para cubitos de hielo. Luego, cúbrelos con aceite de oliva y congélalos. Una vez congelados, puedes transferirlos a una bolsa de congelador y usarlos según sea necesario.
Con estos consejos, podrás disfrutar de la albahaca fresca durante más tiempo y agregar un toque de sabor a tus platos.